¡OH! Torpeza mía
De caer enamorada del que no debía,
Por dejar que mis fuerzas flaquearan
cada día
Cuando de fuerzas era de lo que
presumía.
No hice nada mientras se reducían,
Porque enloquecí con los ojos que veía,
Llenándome de recuerdos, muerta en
melancolía,
Al estar segura que de otra vida le
conocía.
¡OH! Torpeza mía,
De ilusionarme de la belleza que no se
reprimía
Al seducir mi candidez que pronto
consumiría
Con las caricias que placer me entregarían.
¡OH Dioses crueles! Si siempre supieron
lo que se esgrimía
Por qué me dijeron que su amor aún tenía
Resultando ser verdad lo que mi pecho
presentía,
Las posibilidades derrotadas que la nada
adormecía
¡OH! Torpeza de amar a quien no me
amaría,
Y regalar mi corazón al que no lo
merecía,
Por dejarme viva cuando de sufrimiento
gemía
Porque ya no era yo la que su corazón
poseía.
Juro por mi llanto, pensé que yo sería
La que en las noches sus sueños velaría,
Y a sus demonios ahuyentaría,
Pero, nunca imaginé que no se quedaría…
ESCRITO POR: FRANCISCA KITSTEINER
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