viernes, 4 de marzo de 2011

NO ME GUSTA



No me gusta sentir lo que empiezo a sentir,
Porque me vuelve vulnerable a los deseos del destino,
Obligándome a tambalear por el miedo de vivir
Y a mantener los ojos cerrados mientras camino.

No me gusta tener que pensar todo el día en alguien especial
Teniendo que enfocar mi vista tras sus pasos
Coartando mi albedrio y reduciéndome a lo esencial
Dejándome vulnerable para caer en sus brazos.

No me gusta rezar por él en la noche antes de dormir,
O preocuparme por las sorpresas que traerá la fortuna
Porque presiento ataques de galantería sin a nadie prevenir
Que estoy por perder la guerra, sin haber peleado ni una batalla.

  
No me guste tener que temerle a lo oscuro,
Pensando que esta vez no va a parecer de entre la nada
Aniquilando cada minuto que por traidores torturo
Al dejarme aquí, ausente y resignada.

No me gusta que me quite el sueño cada que se le antoja
Y que lo devuelva cuando se aburre de su compañía,
Haciéndome débil para despertar a la cobardía que en mí se aloja
Cuando aquí, conmigo, quitándomelo por placer, debería.

No me gusta que seas tú por quién yo escriba estos versos
Y no me gusta que te hubieras clavado en mi pecho tan fuerte,
Porque conozco como piensas y tus planes perversos
De venir y robar lo que me resta de corazón y marcharte de repente.


No me gusta darte el tiempo para que te apoderes de mí ser,
Ni de mis secretos enterrados o del pasado del ya muerto
Porque no volviste cuando se suponía tendrías que aparecer
Porque la luz de mis ojos se apagó después de dejarme el mundo incierto. 

No me gusta imaginar que no estarás conmigo en mi sofá desierto,
Y me rehúso a aceptar las trampas vengativas de Cupido
Porque así como me derrota más sale al descubierto
Que jamás fue menester dejar este amor interrumpido.

No me gusta que me gustes tanto ni menos ahora,
Pero, qué le voy a hacer si así me lo dicta la conciencia
¿Pelear contra ella y contra ti para conseguir que pase la hora
Y disipar las nebulosas de espera que me agobian la paciencia?

No me gusta que estés lejos viendo solo el amanecer en el tren
Preferiría que me abrazaras hasta que se acabe el infinito
Y dar rienda suelta a nuestras manos para que demuestren

Su pertenencia mutua porque así el mundo sería más bonito. 



ESCRITO POR: FRANCISCA KITTSTEINER

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

© Francisca Kittsteiner, 2008 - 2009.
- Franykityzado por Klaus, ©2009.